lunes, 20 de septiembre de 2010

Cronos y Rea


Sean todos bienvenidos a la segunda parte de este relato acerca del comienzo del Universo, según la versión griega.Teníamos que Gea y Urano se habían convertido en la primera dinastía de gobernantes, teniendo por hijos a los titanes y las titánides, pero ocurre que además de ellos también habían tenido otros hijos; estos era los cíclopes y los hecatonquiros. Los cíclopes eran tres seres de aspecto no muy agradable que solo tenían un ojo en el centro de la frente, sus nombres eran Arges, Asterpes y Brontes y representaban el rayo, el relámpago y el trueno respectivamente; los hecatonquiros eran seres de 50 cabezas y 100 brazos (por lo que a veces se los llama centimanos) y se llamaban Coto, Briareo y Giges. 

Parece que a Urano no le hizo gracia tener a semejantes criaturas dando vueltas por ahí diciendo ser hijos suyos, así que los fue arrojando en el Tártaro uno a uno sin decir nada a Gea, quien había puesto el gobierno del Universo en Urano, pero al enterarse de su crueldad planeó una rebelión.

Gea creó el hierro y con ese metal fabricó una guadaña con la que alentó a sus hijos a luchar contra su padre, solamente el menor de ellos, llamado Cronos, aceptó el desafío y luchó contra Urano a orillas del mar. Con la guadaña castró a su padre y lanzó sus despojos al mar de donde salió una ostra gigantesca dentro de la cual estaba Afrodita. De la sangre de Urano que cayó al suelo surgieron las Erinias (diosas de la venganza), los gigantes y las ninfas Melias.
Cronos y su hermana Rea se unieron (ejemplo que luego sería imitado por dos hijos de ambos. ¿A que no adivinan quiénes?) y pasaron a ser los nuevos gobernantes de todas las cosas, inaugurando así la segunda dinastía de inmortales.
En la imagen vemos a los dos cónyuges en el momento de su coronación, utilizando una indumentaria extraña para la tradición griega, pero quién le iba a decir nada si en ese momento eran los más capangas de todos los capangas.
"En la mitología griega, Ares ("hombre", "varón", "conflicto") era el dios de la guerra, hijo de Zeus y Hera, y uno de los dioses olímpicos. Fue llamado Marte por los romanos. Cuando Halirrotio violó a Alcipe, la hija de Ares con Agraulo, Ares le mató, por lo que fue llevado a juicio: el primer juicio por asesinato de la historia. Fue absuelto. Entre sus compañeros estaban su hermana Eris, sus hijos Fobos y Deimos y Enio. Ares era acompañado de un séquito que incluía a Dolor, Pánico, Hambruna y Olvido. Aunque inmortal, era muy sensible al dolor y acudía corriendo a su padre, Zeus, cada vez que era herido. Fue adorado principalmente en Tracia. Oto y Efialtes eran dos gemelos gigantes que un momento dado quisieron tomar al asalto el monte Olimpo. Lograron secuestrar a Ares y encerrarlo en una vasija durante trece meses. Sólo fue liberado cuando Artemisa ofreció acostarse con Oto. Esto hizo que Efialtes sintiera envidia y ambos pelearon. Artemisa se transformó en una cierva y saltó entre los dos. Los Alóadas, para evitar que huyera, arrojaron sus lanzas y se mataron uno al otro. Ares dio a Hipólita el cinturón que luego le quitó Heracles. 
Una noche, mientras mantenía relaciones sexuales con Afrodita, Ares puso a un joven llamado Alectrión a su puerta para que los guardase. Éste se quedó dormido y Helios, el sol, sorprendió a la pareja. Ares transformó a Alectrión en un gallo, que nunca se olvida de anunciar la llegada del sol por la mañana.

Durante la Guerra de Troya, Diómedes luchó con Héctor y vio a Ares luchando en el bando troyano. Diómedes pidió a sus soldados que se retirasen lentamente. Hera, la madre de Ares, vio la injerencia de éste y pidió permiso a Zeus, su padre, para alejar a Ares del campo de batalla. Hera animó a Diómedes a atacar a Ares y éste arrojó su lanza contra el dios. Atenea guió la lanza hasta el cuerpo de Ares, quien rugió de dolor y huyó al monte Olimpo, lo que obligó a los troyanos a retirarse.

En alguna versión de la historia de Adonis, Artemisa y Ares (su amante en ellas) enviaban un jabalí para matarle. Esta versión es sospechosa porque implicaría que Artemisa mantuvo relaciones con Ares y, sin embargo, virtualmente todas las fuentes coinciden en que se mantuvo casta todo el tiempo.

Aunque importante en la poesía y la mitología, Ares fue raramente objeto de adoración. E incluso entonces, era casi siempre venerado en conjunción con otros dioses: por ejemplo, compartía un templo con Afrodita en Tebas.

Ares Enialio era a veces usado como un epíteto para Ares. Resulta interesante que en las tablillas micénicas en lineal B aparezca un dios llamado Enialio, mientras ares parece ser un sustantivo corriente que significa "guerra". Sin embargo, en la época clásica Enialio había sido relegado al estatus de héroe (tal como aparece en La Ilíada) y Ares ascendido a dios. Enialio sobrevive como un título de culto sólo en algunos escenarios, notablemente en el juramento de los efebos en Atenas."

Afrodita

"En la mitología griega, Afrodita es la diosa del amor, el sexo y la belleza. Sus poderes son inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. También simboliza la pasión desencadenada que destruye las uniones legítimas e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades y vicios. Sus atribuciones son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la dulzura. 
Culto
El epíteto Afrodita Acidalia fue ocasionalmente añadido a su nombre, por la fuente que usaba para bañarse, situada en Beocia (Virgilio I, 720). También era llamada Cipris o Cipria (Kypris) y Citerea (Cytherea) por sus presuntos lugares de nacimiento en Chipre y Citera, respectivamente. La isla de Citera era un importante centro de su culto. Fue asociada con Hesperia y era frecuentemente acompañada por las Oréades, las ninfas de las montañas.

Afrodita tenía sus propios festivales, las Afrodisias, que se celebraban por toda Grecia pero particularmente en Atenas y Corinto. En Corinto, las relaciones sexuales con sus sacerdotisas eran consideradas un método de adoración a Afrodita.

Afrodita estaba asociada y era con frecuencia representada con delfines, palomas, cisnes y los árboles de granadas y limas.

Su equivalente romana es Venus. Sus homólogas eran Ishtar en la mitología mesopotámica, Ashtart (Astarté en griego canónico) en la sirio-palestina y Turan en la etrusca.

Venus es llamada con frecuencia con el epíteto Venus Ericina ("del brezo") por el monte Erice (Sicilia), uno de los centros de su culto.

Nacimiento
La "surgida de la espuma" Afrodita nació de la espuma del mar cerca de Pafos (Chipre) después de que Cronos cortase los genitales a Urano, su padre, y la sangre y el semen de éste cayese al mar. Así, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. En La Ilíada (libro V) aparece otra versión sobre su origen, según la cual era considerada hija de Dione, quien era la diosa oracular original ("Dione" significa simplemente "la diosa", siendo etimológicamente equivalente a "Diana") en Dodona. Según Homero Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su favorito Eneas, fue herida por Diomedes y volvió con su madre, postrándose de rodillas para ser reconfortada. "Dione" parece ser equivalente a Rea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó al Olimpo. Tras esta historia, Afrodita misma fue llamada a veces "Dione". Una vez que Zeus hubo usurpado el oráculo robledo de Dodona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.

El principal centro de adoración a Afrodita permaneció en Pafos, cerca de la costa siria, donde la diosa del deseo había sido adorada desde mucho tiempo atrás como Ishtar y Astarté. Se dice que desembarcó tentativamente primero en Citera, un lugar de parada para el comercio y la cultura entre Creta y el Peloponeso. Así quizás tengamos pistas del camino del culto original a Afrodita desde el Levante hasta el continente griego.

Platón consideraba que Afrodita tenía dos manifestaciones, reflejando ambas historias: Afrodita Urania ("del cielo"), y Afrodita Pandemos (común, "del pueblo"). Según Platón estas dos manifestaciones representaban su papel en la homosexualidad y la heterosexualidad, respectivamente (siendo la primera más divina para Platón).

Alternativamente, Afrodita era una hija de Talasa (pues había nacido del Mar) y Zeus.

Vida adulta
Matrimonio con Hefestos
Debido a su inmensa belleza, Zeus tenía miedo de que Afrodita fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por ello la casó con Hefestos, el severo y malhumorado dios de la herrería. Hefestos estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo un cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres. La infelicidad de Afrodita con su matrimonio hizo que buscase la compañía de otros, normalmente Ares (con quien engendró a Eros y Anteros), pero también con Dioniso, Hermes y Poseidón. Y no sólo se contentaba con el amor de los dioses: también sucumbieron a ella muchos mortales humanos. De su unión con el troyano Anquises nació Eneas, y amó apasionadamente a Adonis.

Una vez Hefestos atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Entonces llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos, algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza. Hefestos no los liberó hasta que prometieran terminar su romance, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.

Afrodita y Psique
Afrodita estaba celosa de la belleza de una mujer mortal llamada Psique. Pidió a Eros que usara sus flechas doradas para hacer que Psique se enamorase del hombre más feo del mundo. Eros accedió pero terminó enamorándose él mismo de Psique, o puede que se pinchase con una flecha dorada por accidente. Mientras tanto, los padres de Psique estaban preocupados por mantener soltera a su hija. Consultaron un oráculo que les dijo que ella no estaba destinada a ningún amante mortal, sino a un monstruo que vivía en la cima de cierta montaña. Psique se resignó a su destino y subió a la cumbre de la montaña. Allí Céfiro, el viento del oeste, la bajó flotando suavemente hasta una cueva de la montaña. Psique entró y se sorprendió de hallarla llena de joyas y adornos. Eros le visitaba cada noche en la cueva y hacían el amor. Le pidió solo que no encendiese jamás ninguna lámpara porque no quería que Psique supiera quién era (sus alas le hacían inconfundible). Sus dos hermanas, celosas de ella, la convencieron para encender una lámpara de noche mientras él dormía y Psique así lo hizo, reconociéndole al instante. Una gota de aceita caliente cayó de la lámpara al pecho de Eros y éste se despertó y huyó volando.

Cuando Psique contó a sus celosas hermanas mayores, éstas se regocijaron secretamente y cada una de ellas fueron por separado a la cima de la montaña e hicieron como Psique les había dicho para entrar en la cueva, esperando que Eros las preferiría a ellas. Céfiro no las cogió y murieron a caer hasta la base de la montaña.

Psique buscó a su amante por buena parte de Grecia, tropezando finalmente con un templo a Deméter, donde el suelo estaba cubierto de montones de grano mezclado. Empezó a ordenar el grano en montones ordenados y, cuando hubo terminado, Deméter le habló, diciéndole que la mejor forma de encontrar a Eros era buscar a su madre, Afrodita, y ganarse su bendición. Psique encontró un templo a Afrodita y entró en él. Afrodita le asignó una tarea similar a la templo de Deméter, pero le dio un plazo imposible de cumplir. Eros intervino, pues aún la amaba, e hizo que las hormigas ordenaran el grano por ella. Afrodita se enfureció por este éxito de Psique y le dijo que fuese a un campo donde pastaban unas ovejas doradas y consiguiese lana de oro. Psique fue al campo y vio las ovejas, pero fue detenida por el dios del río que tenía que cruzar para llegar al campo. Éste le dijo que las ovejas eran malas y crueles y podían matarla, pero que si esperaba hasta mediodía, las ovejas irían a buscar la sombra en el otro lado del campo y se dormirían, y que entonces podría coger la lana enganchada en las ramas y la corteza de los árboles. Psique así lo hizo y Afrodita se enfureció todavía más al ver había sobrevivido y superado su prueba. Por último, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar a Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero, el perro de tres cabezas, con un pastel dulce de miel y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. Una vez allí, Perséfone le ofreció un banquete pero Psique lo rehusó, sabiendo que éste la mantendría en el inframundo para siempre.

Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma. Dentro estaba un "sueño estigio" que la sorprendió. Eros, que le había perdonado, voló hasta su cuerpo y la curó, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique.

Adonis
Afrodita era la amante de Adonis y tomó parte en su nacimiento. Instó a Mirra o Esmirna a cometer incesto con su padre, Tías, el rey de Asiria. Otra versión dice que el padre de Mirra era Ciniras de Chipre. La niñera de Mirra le ayudó en su plan. Cuando Tías descubrió lo que había pasado, montó en cólera, persiguiendo a su hija con un cuchillo. Los dioses la transformaron en un árbol de mirra y finalmente Adonis brotó de este árbol. Alternativamente, fue Afrodita quien convirtió a Mirra en árbol y Adonis nació cuando Tías le disparó con una flecha o cuando un jabalí usó sus colmillos para arrancar su corteza.

Cuando Adonis nació, Afrodita lo tomó bajo su protección, seduciéndole con la ayuda de Helena, su amiga, y fue hechizada por su belleza sobrenatural. Afrodita se lo dio a Perséfone para que lo cuidara, pero ésta también quedó asombrada por su belleza y rehusó devolvérselo. La discusión entre las dos diosas fue resuelta por Zeus o Calíope, quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien él eligiera. Adonis siempre escogió a Afrodita porque Perséfone era la diosa fría e insensible del inframundo.

Adonis fue finalmente asesinado por un celoso Ares.

El juicio de Paris
Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Thetis (que luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris (Discordia) no fue invitada, pero apareció con una manzana dorada con la palabra kallisti ("para la más hermosa") inscrita, que arrojó entre las diosas. Afrodita, Hera y Atenea reclamaron para sí la manzana, y la disputa terminó llegando a Paris, el más hermoso de los mortales. Hera intentó sobornarle con un reino de la tierra, mientras Atenea ofreció gran destreza militar, pero Afrodita terminó siendo declarada la más bella cuando ofreció a Paris la más hermosa mujer mortal como esposa. Esta mujer era Helena, y su rapto por Paris desembocó en la Guerra de Troya.

Pigmalión y Galatea
Pigmalión era un escultor solitario que fabricó una mujer de marfil y la llamó Galatea. Rezó a Afrodita, la diosa de la belleza y el amor, quien se apiadó del artista, enfermo de amor, y dio vida a la exquisita escultura. Pigmalión amó a Galatea y estuvieron pronto se casados.

Otras historias
En una versión de la historia de Hipólito, Afrodita era el catalizador de su muerte. Hipólito desdeñó el culto de Afrodita por el de Artemisa y, en venganza, Afrodita provocó que su madrastra, Fedra, se enamorase de él, sabiendo que Hipólito la rechazaría. En la versión más popular de la historia, Fedra buscaba venganza contra Hipólito suicidándose y dejando una nota en la que contaba a Teseo, su marido y padre de Hipólito, que ésta la había violado. Teseo entonces mató a su propio hijo antes de que Artemisa le dijese la verdad.

El rey Glauco de Corinto enfadó a Afrodita, quien hizo que sus caballos enfureciesen durante los juegos funerarios en honor al rey Pelias, y le despedazasen. Su fantasma asustaba supuestamente a los caballos durante los juegos ístmicos.

Afrodita era con frecuencia acompañada por las Carites.

En el libro III de La Ilíada de Homero, Afrodita salva a Paris cuando está a punto de ser asesinado por Menelao.

Afrodita era muy protectora con su hijo, Eneas, quien luchó en la Guerra de Troya. Diomedes estuvo a punto de matar a Eneas en batalla pero Afrodita le salvó. Diomedes hirió a Afrodita y ésta dejó caer a su hijo, volando al monte Olimpo. Entonces Eneas fue envuelto por una nube creada por Apolo, quien le llevó a Pérgamo, un lugar sagrado de Troya. Artemisa curó allí a Eneas.

Convirtió a Abas en piedra por su arrogancia.

Convirtió a Anaxarete en piedra por reaccionar tan desapasionadamente a las súplicas de Ifis para amarla, incluso tras el suicidio de éste."

Medusa y el castigo divino

En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de Medusa, y la sedujo (o violó) en un templo dedicado a Atenea. Ambos dioses eran rivales desde que compitieran por el patronazgo de Atenas y los habitantes de la ciudad prefiriesen el olivo de Atenea a la fuente o los caballos de Poseidón.
Se dice que de la sangre de medusa, de su cuello, nació Pegaso, el caballo alado y el gigante Crisaor, quien sería padre de Gerión, el gigante de tres cuernos que Hércules mataría.
Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa hasta tener la forma de sus dos hermanas. Algunas versiones dicen que fue Afrodita quien, celosa de la cabellera de Medusa, la cambió por serpientes.
Perseo fue el héroe, hijo de Zeus, que derrotó a Medusa y la decapitó, entregándole la cabeza a Atenas, quien la colocaría en su escudo, la Egída.

La muerte de Medusa

Mientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo con la ayuda de Atenea y Hermes. De la sangre que cayó al suelo o, según las versiones, de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor ( el padre de Gerión, un gigante que poseía tres cuerpos hasta la cintura y al que Hércules mataría en La Coruña y enterraría debajo de la Torre de Hércules) . Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Entonces se la ofreció a Atenea, quien colocó la cabeza de medusa en su escudo, la égida. Se dice que la sangre de la Medusa resucitaba a los muertos y con ella Asclepio resucitó a algunos héroes.
Según cuenta Pausanias en el libro II de su Descripción de Grecia, dedicado a Corinto, el mito de Medusa es una versión novelada de la historia de una reina quien, después de la muerte de su padre, habría recogido ella misma el cetro, gobernando a sus súbditos cerca del lago Tritonide, en Libia. Medusa habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso.

Medusa

En la mitología griega, Medusa era una de las tres gorgonas, la única mortal. Las 3 Gorgonas (Esteno, Euríale y Medusa) eran hijas de dos divinidades marinas, Forcis y Ceto. Su aspecto era terrible: de la cabeza le crecían serpientes en vez de pelo, el cuerpo recubierto de escamas de dragón,; Medusa y las gorgonas, en su sonrisa lucían un par de afilados colmillos de jabalí; sus manos eran de bronce y sus dos alas de oro, lo que no les impedía utilizarlas para volar; y, si miraban directamente a alguien a los ojos, al momento le dejaban petrificado. Medusa y el castigo divino

Medusa y el castigo divino

En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de Medusa, y la sedujo (o violó) en un templo dedicado a Atenea. Ambos dioses eran rivales desde que compitieran por el patronazgo de Atenas y los habitantes de la ciudad prefiriesen el olivo de Atenea a la fuente o los caballos de Poseidón.
Se dice que de la sangre de medusa, de su cuello, nació Pegaso, el caballo alado y el gigante Crisaor, quien sería padre de Gerión, el gigante de tres cuernos que Hércules mataría.
Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa hasta tener la forma de sus dos hermanas. Algunas versiones dicen que fue Afrodita quien, celosa de la cabellera de Medusa, la cambió por serpientes.
Perseo fue el héroe, hijo de Zeus, que derrotó a Medusa y la decapitó, entregándole la cabeza a Atenas, quien la colocaría en su escudo, la Egída.

La muerte de Medusa

Mientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo con la ayuda de Atenea y Hermes. De la sangre que cayó al suelo o, según las versiones, de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor ( el padre de Gerión, un gigante que poseía tres cuerpos hasta la cintura y al que Hércules mataría en La Coruña y enterraría debajo de la Torre de Hércules) . Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Entonces se la ofreció a Atenea, quien colocó la cabeza de medusa en su escudo, la égida. Se dice que la sangre de la Medusa resucitaba a los muertos y con ella Asclepio resucitó a algunos héroes.
Según cuenta Pausanias en el libro II de su Descripción de Grecia, dedicado a Corinto, el mito de Medusa es una versión novelada de la historia de una reina quien, después de la muerte de su padre, habría recogido ella misma el cetro, gobernando a sus súbditos cerca del lago Tritonide, en Libia. Medusa habría muerto de noche durante una campaña contra Perseo, un príncipe del Peloponeso.

Perseus

Es uno de los héroes mitológicos más antiguos. Y el tipo de héroe sin tacha que protegido por los dioses, triunfa siempre en todo. Hijo de Zeus y Danae hija de Acriseo, rey de Argos. Advertido de que sería matado por su nieto, Acriseo encerró a la madre y al niño en un cofre y los fundió en el mar. Ellos caminaban sin rumbo por la isla de Serifo donde fueron rescatados y donde Perseo maduró. Polidectes, rey de Serifo, siente amor por Danae, y temiendo que Perseo se valla a meter en sus planes, lo manda a obtener la cabeza de Meduza, un monstruo cuya mirada transforma los hombres en piedra. Ayudado por Hermes, Perseo tiene unos zapatos halados que lo llevan por el aire, una bolsa, un yelmo que lo hace invisible, una espada que nunca falla un golpe y un espejo mágico. medusa que es una de las tres G, es mortal. Perseo le corta la cabeza y de la sangre que brota del cuerpo de Meduza nace el caballo halado pegaso, y de las gotas que caen de la cabeza sobre el mar nacen ramos de coral. Perseo guarda la cabeza en la bolsa y así le tapa los ojos. Monta a Pegaso y emprende el vuelo. En Africa pide hospitalidad a Atlas, que sostiene sobre sus hombros el firmamento. Atlas se la niega, Perseo le pone delante la cabeza de Medusa y le deja convertido en montaña de piedra. Vuela hasta Etiopía y allí acaece el mito de Perseo y Andromeda, la bella hija de los reyes etíopes Cefeo y Casiopea. La reina es una belleza, presume de ser más hermosa que una diosa, y los dioses en castigo le mandan encadenar a una roca sobre el mar a la hija Andromeda y a dejarla allí hasta que un monstruo marino vaya a desposarse con ella. Y entonces llega Perseo por el aire, montado en Pegaso. En las rocas del acantilado descubre a Andromeda encadenada desnuda, la ama y se dispone a salvarla. Lucha con el monstruo marino y le mata. Despide después al caballo halado que a sido su cabalgadura durante la lucha y devuelve a Andromeda a sus padres. Se casa con ella. Fineo, hermano del padre de Andromeda acude a reclamar como esposa a su sobrina, que estaba comprometida con él. Le acompañan sus guerreros, Perseo gracias a los ojos de Medusa les convierte a todos en piedra. Perseo y Andromeda se establecen en Serifo. Liberó a su madre de Polidectes, y transformó a el rey y sus seguidores en piedra. Descansando en Serifo le regala las sandalias a Hermes que desde entonces a usado el dios y a Atenea la cabeza de Medusa que desde entonces la diosa a llevado en su escudo. Perseo regresa a Grecia, cuando accidentalmente mata a su abuelo Acriseo con un disco, de esta manera cumpliéndose la profecía. En sus últimas andanzas, siempre acompañado por Andromeda, funda el pueblo de los persas, que toman su nombre. Fue rey de Tirinto y fundó Micenas.

lunes, 23 de agosto de 2010

Poseidon

En la mitología griega, Poseidón o Posidón (en griego antiguo Ποσειδώνας) era el dios del mar y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico.

CULTO:
Poseidón era un importante dios municipal de varias ciudades: en Atenas, era el segundo en importancia por detrás solo de Atenea, mientras en Corinto y en muchas ciudades de la Magna Grecia era el dios jefe de la polis.

En su aspecto benigno, Poseidón se concebía creando nuevas islas y ofreciendo mares en calma. Cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba manantiales caóticos, terremotos, hundimientos y naufragios.Poseidon era el dios de los caballos, ya que se convertía en caballo para seducir a las mujeres, la deidad del mar y la de los caballos se unieron para crear un sacrificio nuevo en el cual los marineros oraban a Poseidón para tener un viaje seguro, ahogando caballos como sacrificio.
Según Pausanias, Poseidón fue uno de los guardianes del oráculo de Delfos antes de que el olímpico Apolo le sustituyese. Apolo y Poseidón colaboraban estrechamente en muchos ámbitos: en la colonización, por ejemplo, Apolo Délfico daba la autorización para partir y asentarse, mientras Poseidón cuidaba de los colonizadores en su viaje y proporcionaba el agua purificadora para el sacrificio fundacional. En su Anábasis, Jenofonte describe a un grupo de soldados espartanos en 400–399 a. C. cantando un peán a Poseidón, un tipo de himno destinado normalmente a Apolo.

Zeus

En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς, Zeús) es el rey de los dioses olímpicos, gobernante del monte Olimpo y dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «amontonador de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha,sentado majestuosamente.

Hijo de Cronos y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe, Ilitía, Eris y Hefesto.[1]
Su equivalente en la mitología romana era Júpiter y en la etrusca Tinia. En la mitología hindú equivale a Indra, con quien comparte incluso el rayo como arma.

lunes, 9 de agosto de 2010

Atenea

En la mitología griega, Atenea o Atena (en ático Ἀθηνᾶ Athênã o en jónico Ἀθήνη Athếnê; en dórico Ἀσάνα Asána) es la diosa de la sabiduría, la estrategia y la guerra justa. Fue considerada una mentora de héroes y adorada desde la Antigüedad como patrona de Atenas, donde se construyó el Partenón para adorarla. Fue asociada por los etruscos con su diosa Menrva, y posteriormente por los romanos con Minerva.En la mitología griega, Atenea o Atena (en ático Ἀθηνᾶ Athênã o en jónico Ἀθήνη Athếnê; en dórico Ἀσάνα Asána) es la diosa de la sabiduría, la estrategia y la guerra justa. Fue considerada una mentora de héroes y adorada desde la Antigüedad como patrona de Atenas, donde se construyó el Partenón para adorarla. Fue asociada por los etruscos con su diosa Menrva, y posteriormente por los romanos con Minerva.
En el panteón olímpico Atenea aparece como la hija favorita de Zeus, nacida de su frente completamente armada después de que se tragase a su madre, Metis. La historia de su nacimiento aparece en varias versiones.

Homero llama a Atenea hija de Zeus, sin alusión alguna a su madre o a la forma en la que llegó a existir,[mientras la mayoría de las tradiciones posteriores coinciden al afirmar que nació de la cabeza del dios. Ya en Hesíodo la madre de Atenea era la oceánide Metis, la primera esposa de Zeus. Tras yacer con ella, Zeus temió inmediatamente las consecuencias, pues había sido profetizado que Metis alumbraría hijos más poderosos que él.Para impedir tan graves consecuencias, siguió el consejo de Gea y Urano y «la encerró en su vientre», pero Metis ya había concebido una hija, Atenea, que brotaría de su cabeza.
Píndaro añade que Hefesto abrió la cabeza de Zeus con su hacha minoica de doble hoja, el labrys, y que Atenea saltó de la cabeza completamente adulta «y llamó al ancho cielo con su claro grito de guerra. Y Urano tembló al oírlo, y la Madre Gea... Otros cuentan que Prometeo, Hermes o Palemón ayudaron a Zeus en el nacimiento de Atenea y mencionan al río Tritón como el lugar donde tuvo lugar el suceso.Otras tradiciones cuentan incluso que Atenea salió de la cabeza de Zeus completamente armada, una afirmación de la que se dice que Estesícoro fue la autoridad más antigua.
Los mitos clásicos posteriores señalaban que Hera se molestó tanto de que Zeus tuviese un hijo, aparentemente por sí mismo, que ella hizo lo propio con Hefesto. Tras la aparición de esta versión se empezó a afirmar que Metis no tuvo más hijos y que Zeus perduró como rey del Olimpo. Los mitos griegos permanecieron estáticos en este punto, sin cambiar hasta el declive de la cultura antigua y la práctica de su religión.